LOS DESCENDIENTES (o “todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera” (*))


TÍTULO: Los descendientes. TÍTULO ORIGINAL: The descendants. AÑO: 2011. NACIONALIDAD: Estados Unidos. DIRECCIÓN: Alexander Payne. GUIÓN: Alexander Payne, Nat Faxon, y Jim Rash, basada en la novela de Kaui Hart Hemmings. INTÉRPRETES PRINCIPALES: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause, Beau Bridges, Michael Ontkean, Judy Greer, Matthew Lillard. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.losdescendientes.es/.


En los primeros capítulos del Génesis, podemos leer los problemas entre Adán y Eva a cuenta de la famosa manzana y las disputas entre Caín y Abel, con su lamentable desenlace. Es decir, los conflictos familiares parece que han existido desde el mismo inicio de los tiempos.

La literatura, el teatro y el cine han aprovechado a fondo esta temática y, ciñéndonos tan sólo al séptimo arte, la misma ha sido tratada desde todos los enfoques posibles: la alabanza a la institución familiar (¡Qué bello es vivir! de Frank Capra -1946-, La gran familia de Fernando Palacios -1962-), su capacidad para acoger enfoques vitales apartados de las tendencias dominantes (Vive como quieras de Frank Capra -1938-), la disección de los conflictos emocionales que surgen en su interior (Como en un espejo de Ingmar Bergman -1961-, Interiores de Woody Allen -1978-, Gente corriente de Robert Redford, En el estanque dorado de Mark Rydell -1981-, Crímenes del corazón de Bruce Beresford -1986-), el análisis de la existencia de perspectivas diferentes sobre la vida y el mundo en el seno de la misma (La gran prueba de William Wyler -1956-), el estudio de los procesos de descomposición que la afectan (El Padrino de Francis Ford Coppola -1972-), el estudio de los condicionantes culturales en su evolución (El Padrino. Parte II de Francis Ford Coppola -1974), la aplicación de la teoría marxista para su análisis (Rocco y sus hermanos de Luchino Visconti -1960-), una mirada irónica a sus convencionalismos (La flor del mal -2002- y La dama de honor -2004- de Claude Chabrol) o a los mecanismos represivos que desarrolla (Ana y los lobos de Carlos Saura -1973-), la nostalgia por los tiempos de la infancia y la juventud (El tiempo de la felicidad de Manuel Iborra -1997-), la crítica más cáustica, demoledora e implacable a los rasgos básicos de la institución (Palíndromos de Todd Solonz -2004-)… Podríamos seguir diciendo títulos, títulos y más títulos y no acabaríamos nunca (seguro que a ustedes se les viene a la cabeza muchas más películas de las que aquí he citado). Los descendientes es la última película del director Alexander Payne (Election -1999-, A propósito de Schmidt -2002-, Entre copas -2004-) y en ella se entrecruzan algunos de los temas (los menos ácidos) que hemos citado con anterioridad.








La historia de Los descendientes se desarrolla en Hawaii. Y lo primero que vamos a descubrir es que Hawaii no es ningún paraíso. Un abogado (George Clooney) ve cómo su mujer, por culpa de un accidente en una lancha motora, cae en coma. A partir de ese momento, tendrá que lidiar, parece ser, con los problemas que provocan sus hijas, con la venta de una propiedad que ha pertenecido por generaciones a su amplia familia (una cohorte de pintorescos primos que iremos poco a poco conforme vaya avanzando la trama) y una cuestión inesperada que surge al final del primer tercio del film.

Aunque la película se deja ver con agrado y está muy bien narrada (con soluciones visuales sencillas pero muy eficaces) y, además, está interpretada con gran espontaneidad y frescura, su gran problema es que su punto de partida se va diluyendo poco a poco sin que ninguno de sus temas adquiera profundidad: las hijas no son, al final, tan conflictivas como se insinúa al principio de la cinta; la cuestión de la venta de la propiedad aparece y desaparece sin que adquiera peso propio y, cuando lo adquiere, se resuelve con precipitación; los elementos más dramáticos son tratados con cierta frivolidad y ligereza… Siendo muy original su planteamiento de contar la historia de una familia con problemas en un entorno paradisíaco, al final todos los elementos con los que el film quiere jugar ni adquieren la suficiente potencia ni se combinan con armonía. Sin embargo, para pasar unas dos horas entretenidas, la película cumple.


Nota (de 1 a 10): 6,5.

Lo que más me gustó: la frescura del cuarteto protagonista (George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller y Nick Krause).

Lo que menos me gustó: la película va perdiendo fuerza conforme avanza.

(*) La cita pertenece a la novela Ana Karenina (1875-1877) de León Tolstói.

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TRÁILERS DE PRÓXIMOS ESTRENOS

KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO

Este viernes se estrena la última cinta de la realizadora Icíar Bollaín, sobre la historia de una maestra catalana que crea una escuela en Nepal. En el chat que mantuvo el pasado día 30 de enero la protagonista del film, Verónica Echegui, en www.elmundo.es, le pregunté qué iba a encontrar el espectador en el film que no hubiera visto antes en otra película. Su respuesta fue "Yo creo que encontrará mucha inspiración o empuje para atreverse a hacer cosas, además de reflexión acerca de las posibilidades que da una educación distinta, como la que desarrolló Vicky" (personaje real en el que se basa la película) "Y encontrará muuuuuchas ganas de cambiar nuestra vida, de mejorar el mundo que hemos creado. Yo le puse todo el amor que creo que soy capaz de dar". Espero que sus palabras os hayan animado para ir a ver la película.




PROMETHEUS

Para junio de 2012, está previsto el estreno de la nueva cinta de Ridley Scott. Parece ser que se trata, más o menos, de la "precuela" de Alien, el octavo pasajero. Según declaraciones del director, sólo los últimos 10 minutos enlazarán con el ya clásico título de ciencia-ficción. ¿Cómo será la conexión entre ambos films?¿Qué sorpresas nos esperan? Habrá que tener paciencia hasta el verano...






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